Prevención primaria

El hecho de evitar la exposición al tabaco (medidas tanto activas como pasivas) y a los gases tóxicos tiene una importancia invaluable en la prevención primaria de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Se deben ofrecer intervenciones a todos los fumadores con la intención de que abandonen el hábito de fumar, lo que incluye la farmacoterapia y el asesoramiento.[1][53]​ Si bien el abandono del hábito de fumar puede estar asociado a efectos adversos a corto plazo, como aumento de peso y estreñimiento, sus beneficios a largo plazo son indiscutibles.[1][53][54]​​[55]

Sistemas electrónicos de administración de nicotina​

El uso de sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN), incluidos los cigarrillos electrónicos y los productos de vapeo, como ayudas para dejar de fumar es controvertido. Sobre la base de la evidencia disponible y la falta de conocimiento sobre los efectos a largo plazo en la salud respiratoria, las guías de práctica clínica de la Iniciativa Global para la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (GOLD) concluyeron que no es posible recomendar los SEAN para dejar de fumar.[1]​ La SEAN se ha relacionado con enfermedades pulmonares graves (lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo [EVALI]).[1][41][56][57][58]​​​​​​​​​​ Los SEAN pueden contener y emitir numerosas sustancias potencialmente tóxicas (por ejemplo, derivados de la nicotina, hidrocarburos aromáticos policíclicos, metales pesados, aldehídos).[41][57][58]​​​

El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (USPSTF, por sus siglas en inglés) y el informe del Cirujano General de 2020 señalan evidencia insuficiente para evaluar el equilibrio entre los beneficios y los riesgos de los cigarrillos electrónicos para el abandono del hábito de fumar, y aconsejan que los médicos dirijan a los fumadores a los medicamentos para el abandono del hábito de fumar aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).​[53][59]​​​​ Consulte el apartado Abandono del hábito de fumar (Enfoque de tratamiento).

Reducción de las exposiciones nocivas

En los casos de enfermedad debido a exposiciones laborales, la prevención primaria se logra mediante la eliminación o reducción de las exposiciones en el lugar de trabajo. Para reducir el daño causado por la contaminación atmosférica se pueden aplicar medidas de salud pública como una tasa de congestión, los carriles para vehículos de alta ocupación y la promoción de la marcha a pie o en bicicleta.[60]

Medidas de protección

Los nuevos datos procedentes de estudios de observación realizados durante la pandemia de COVID-19 sugieren que la adopción de medidas de protección durante los meses de invierno (p. ej., el uso de mascarillas, la reducción del contacto social y el lavado de manos regular) puede tener potencial de reducir el riesgo de exacerbaciones en personas con EPOC.[1]


Resumen de la entrevista motivacional
Resumen de la entrevista motivacional

Un profesor de comunicación sobre salud ofrece una visión general de la entrevista motivacional.



Entrevista motivacional: abandono del hábito de fumar parte 1
Entrevista motivacional: abandono del hábito de fumar parte 1

Demostración, con un profesor de comunicación sobre salud, de la realización de una entrevista motivacional con un paciente sobre el abandono del hábito de fumar (parte 1 de 2).



Entrevista motivacional: abandono del hábito de fumar parte 2
Entrevista motivacional: abandono del hábito de fumar parte 2

Demostración, con un profesor de comunicación sobre salud, de la realización de una entrevista motivacional con un paciente sobre el abandono del hábito de fumar (parte 2 de 2).


Prevención secundaria

Dependiendo de las guías de práctica clínica locales, los pacientes deben vacunarse contra el virus de la gripe, Streptococcus pneumoniae, pertussis (tos ferina), virus varicela-zóster (herpes zóster), virus respiratorio sincitial y enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19).[1][181] Las personas con EPOC tienen un mayor riesgo de hospitalización, ingreso en la unidad de cuidados intensivos y muerte por COVID-19, en comparación con las personas sin EPOC.[268][269]​​

Se debe alentar a todos los pacientes a que abandonen el hábito de fumar, además de ofrecerles orientación sobre cómo evitar la exposición al humo del tabaco en el trabajo o en el medio ambiente y a otros agentes irritantes.[1][2]​ El abandono del hábito de fumar reduce considerablemente la tasa de avance de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el riesgo de que aparezcan neoplasias malignas. También reduce el riesgo de enfermedades coronarias y cerebrovasculares. Ver el apartado Abandono del tabaco.

La vitamina D reduce la tasa de exacerbaciones moderadas/graves en pacientes con niveles <25 nanomoles/L.[270][271] Se deben revisar los niveles en pacientes que son hospitalizados con una exacerbación de la EPOC y se debe dar un suplemento si los niveles son <25 nanomoles/L.[1]

Las medidas de protección (p. ej., el uso de mascarillas, minimizar el contacto social y lavarse las manos con frecuencia) podrían considerarse durante los meses de invierno, junto con el tratamiento establecido de la EPOC, para ayudar a prevenir las exacerbaciones de la EPOC.[1]

El uso de suplementos de calcio y otros medicamentos puede ser necesarios para prevenir o tratar la osteoporosis en algunos pacientes, especialmente en mujeres de edad avanzada en tratamiento con corticosteroides a largo plazo. Las exploraciones de densidad ósea se realizan para evaluar el avance de esta afección.

Se recomienda la realización de actividades físicas en todos los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).[1]

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