Monitorización
Se debe monitorizar regularmente los siguientes aspectos en los pacientes hospitalizados para facilitar el reconocimiento temprano del deterioro y monitorizar las complicaciones:[85]
Constantes vitales (temperatura, frecuencia respiratoria, frecuencia cardíaca, presión arterial, saturación de oxígeno)
Parámetros hematológicos y bioquímicos
Parámetros de coagulación (dímero D, fibrinógeno, recuento de plaquetas, tiempo de protrombina)
electrocardiograma (ECG)
Estudios por imágenes de tórax
Signos y síntomas de tromboembolismo venoso o arterial.
Escalas de alerta temprana médicas
Se deben utilizar escalas de alerta temprana médicas que faciliten el reconocimiento temprano y la escalada terapéutica de los pacientes en deterioro (p. ej., la puntuación nacional de alerta temprana 2 [NEWS2], las escalas de alerta temprana pediátrica [PEWS]) cuando sea posible.[85]
Faltan datos sobre el valor de utilizar estas puntuaciones en pacientes con COVID-19 en el entorno de la atención primaria.
Una revisión sistemática y un metanálisis encontraron que la puntuación NEWS2 tenía una sensibilidad y especificidad moderadas para predecir el deterioro de los pacientes con COVID-19. La puntuación mostró una buena discriminación en la predicción del resultado combinado de la necesidad de asistencia respiratoria intensiva, el ingreso en la unidad de cuidados intensivos o la mortalidad intrahospitalaria.[473]
La puntuación de la evaluación secuencial del fallo orgánico (SOFA) no posee una precisión discriminante adecuada para la predicción de la mortalidad en pacientes antes de la intubación por neumonía COVID-19.[1145] Sin embargo, puede ser más precisa que otras puntuaciones.[474]
Mujeres embarazadas.
Debe monitorizarse el bienestar del feto. La frecuencia de las observaciones de la frecuencia cardíaca fetal debe individualizarse en función de la edad gestacional, el estado clínico materno (p. ej., hipoxia) y las condiciones fetales.[85]
Seguimiento posterior al alta hospitalaria
Los pacientes que presentan sospecha o confirmación de COVID-19 (de cualquier gravedad de la enfermedad) que muestren síntomas persistentes, nuevos o cambiantes deben tener acceso a la atención de seguimiento.[85]
Se han publicado guías de práctica clínica para el seguimiento respiratorio de los pacientes con neumonía COVID-19. Los algoritmos de seguimiento dependen de la gravedad de la neumonía y pueden incluir la consulta clínica y la revisión (cara a cara o por teléfono) por un médico o una enfermera, imágenes del tórax, pruebas de la función pulmonar, ecocardiograma, muestreo de esputo, prueba de caminata y evaluación de la saturación de oxígeno.[1146]
Más de la mitad de los pacientes que recibieron el alta hospitalaria presentaban alteraciones de la función pulmonar y en las imágenes del tórax 12 semanas después del inicio de los síntomas.[1147] Las pruebas funcionales respiratorias pueden revelar una capacidad de difusión alterada, un patrón restrictivo o un patrón obstructivo.[1148] El deterioro de la capacidad de difusión fue más grave y se recuperó más lentamente en las mujeres en comparación con los hombres, y los primeros 3 meses fueron el período crítico de recuperación de la capacidad de difusión.[1149]
Las puntuaciones del pronóstico
Se están investigando o desarrollando varias puntuaciones de riesgo clínico y de pronóstico.
Una revisión sistemática en vivo encontró que el QCOVID puede utilizarse para la estratificación del riesgo en la población general, mientras que el modelo PRIEST, el modelo de deterioro ISARIC4C, el modelo de Carr y el modelo de Xie son adecuados para el pronóstico en un entorno hospitalario.[1150] La puntuación de mortalidad Knight 4C y el modelo Wang también son prometedores en el entorno hospitalario.[1151] Sin embargo, existe una considerable heterogeneidad en el rendimiento de las puntuaciones de pronóstico para pronosticar la mortalidad a corto plazo en pacientes hospitalizados entre las distintas regiones y países. Solo la mitad de los modelos de una revisión sistemática mostraron una buena discriminación cuando se validaron externamente.[1152]
Se necesita una mayor validación externa en varias poblaciones antes de poder recomendar su uso. La Organización Mundial de la Salud recomienda utilizar el juicio clínico, incluyendo la consideración de los valores y preferencias del paciente y las políticas local y nacional si están disponibles, para guiar las decisiones de manejo, incluyendo el ingreso en el hospital y en la unidad de cuidados intensivos, en lugar de los modelos de predicción disponibles actualmente para el pronóstico.[85]
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