Neumonía adquirida en la comunidad (no COVID-19)

La neumonía adquirida en la comunidad (NAC) generalmente se caracteriza por un nuevo infiltrado pulmonar en una radiografía de tórax, junto con uno o más de los siguientes síntomas: fiebre, escalofríos, tos, producción de esputo, disnea, mialgia, artralgia, dolor pleurítico.

Se debe solicitar una radiografía de tórax para todos los pacientes con sospecha de NAC que ingresan en el hospital para confirmar o descartar el diagnóstico.

Pedir cultivos de esputo y hemocultivos en todos los pacientes hospitalizados que han sido tratados empíricamente para Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) o Pseudomonas aeruginosa, así como en pacientes con NAC grave.

Se debe utilizar una regla de predicción clínica validada para el pronóstico (p. ej., índice de gravedad de la neumonía), junto con el juicio clínico, para determinar si el paciente debe ser tratado como paciente hospitalizado o ambulatorio.

Se debe tratar con antibióticos empíricos. Se requieren regímenes de espectro más amplio en pacientes con comorbilidades. Se debe añadir una cobertura antibiótica para SARM y P aeruginosa si existen factores de riesgo validados localmente para cualquiera de los dos agentes patógenos.

La neumonía adquirida en la comunidad (NAC) se define como la neumonía adquirida fuera de hospitales o centros sanitarios. El diagnóstico clínico se basa en un grupo de signos y síntomas relacionados con la infección de las vías respiratorias bajas con presencia de fiebre >38 °C (>100 °F), tos, expectoración, dolor torácico, disnea y signos de invasión del espacio alveolar. Sin embargo, los pacientes de edad avanzada, en particular, a menudo no presentan fiebre y podrían presentar confusión y empeoramiento de enfermedades subyacentes. Este tema se centra en el diagnóstico y el tratamiento de la NAC en adultos inmunocompetentes; no abarca la neumonía debida al COVID-19. Ver  Enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19).