Sepsis en niños

La sepsis en niños puede presentarse inicialmente con síntomas inespecíficos y no localizados (especialmente en grupos de edad más jóvenes). Por lo tanto, es importante tener un umbral bajo para sospechar sepsis como presentación clínica inicial de sepsis.

Dada la naturaleza urgente de la sepsis grave y del shock séptico, cuando existen razones clínicas para sospechar la presencia de sepsis, generalmente se recomienda iniciar pruebas diagnósticas y tratamiento de la sepsis juntos, incluidas la administración de antibióticos y la rehidratación. Estos deben continuar hasta que el diagnostico sepsis quede excluido.

Con frecuencia, el avance de la afección hacia la disfunción orgánica y el shock es muy rápido, de modo que el reconocimiento y el tratamiento tempranos son fundamentales.

La antibioterapia empírica de amplio espectro (basada en los patógenos más probables) debe administrarse lo antes posible, y siempre dentro de la primera hora tras el reconocimiento de la sepsis grave.

Otros tratamientos son principalmente complementarios y deben aplicarse en función de las guías consensuadas de práctica clínica reconocidas internacionalmente.

La sepsis es un síndrome clínico que se produce como resultado de una respuesta inmunitaria no regulada a la infección.[1]Bone RC. The sepsis syndrome: definition and general approach to management. Clin Chest Med. 1996 Jun;17(2):175-81. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8792059?tool=bestpractice.com Se caracteriza por desórdenes en procesos patobiológicos múltiples, que pueden conducir a lesiones tisulares generalizadas.[2]Angus DC, van der Poll T. Severe sepsis and septic shock. N Engl J Med. 2013 Aug 29;369(9):840-51. http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMra1208623 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23984731?tool=bestpractice.com Comprende un espectro clínico de gravedad, que incluye sepsis grave, shock séptico y disfunción multiorgánica.[3]Goldstein B, Giroir B, Randolph A; International Consensus Conference on Pediatric Sepsis. International pediatric sepsis consensus conference: definitions for sepsis and organ dysfunction in pediatrics. Pediatr Crit Care Med. 2005 Jan;6(1):2-8. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15636651?tool=bestpractice.com La sepsis es una causa principal de morbilidad y mortalidad en niños de todo el mundo.[4]World Health Organization Global Health Observatory. Causes of child mortality. 2017 [internet publication]. https://www.who.int/data/gho/data/themes/topics/topic-details/GHO/child-mortality-and-causes-of-death

Tradicionalmente, la sepsis se ha definido en base a la presencia o ausencia del síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS). En adultos, las definiciones de sepsis se actualizaron en 2016, alejándose de la definición de síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS) y eliminando el término "sepsis grave".[3]Goldstein B, Giroir B, Randolph A; International Consensus Conference on Pediatric Sepsis. International pediatric sepsis consensus conference: definitions for sepsis and organ dysfunction in pediatrics. Pediatr Crit Care Med. 2005 Jan;6(1):2-8. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15636651?tool=bestpractice.com

En la actualidad, no hay revisiones de la definición de sepsis pediátrica del consenso internacional, emitida en 2005.[3]Goldstein B, Giroir B, Randolph A; International Consensus Conference on Pediatric Sepsis. International pediatric sepsis consensus conference: definitions for sepsis and organ dysfunction in pediatrics. Pediatr Crit Care Med. 2005 Jan;6(1):2-8. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15636651?tool=bestpractice.com Sin embargo, en 2020 la Surviving Sepsis Campaign propuso una definición para el shock séptico en los niños: "infección severa que conduce a una disfunción cardiovascular (incluyendo hipotensión, necesidad de tratamiento con una medicación vasoactiva o deterioro de la perfusión)".[5]Weiss SL, Peters MJ, Alhazzani W, et al. Surviving Sepsis Campaign international guidelines for the management of septic shock and sepsis-associated organ dysfunction in children. Pediatr Crit Care Med. 2020 Feb;21(2):e52-e106. https://www.doi.org/10.1097/PCC.0000000000002198 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/32032273?tool=bestpractice.com